CAUTIVO DE MIS DESEOS, de Johanna Lindsey 

Seguimos con la lectura de la saga Malory: "Cautivo de mis deseos", el octavo libro de la colección. Como los anteriores, estamos ante una novela histórico-romántica situada en el Londres del s.XIX, narrada en tercera persona, tiempo pasado y desarrollada a los largo de 52 capítulos de extensión irregular, de cuatro a ocho/diez páginas cada uno aproximadamente.  Johanna Lindsey nos tiene acostumbrados al lenguaje sencillo, claro, a la multitud de personajes bien definidos, a los innumerables dialógos y a los párrafos que agilizan la lectura y, por supuesto, ese libro no podría ser menos.

Antes de continuar, debo hacer el aviso de que ninguno de los protagonistas proviene de la familia Malory en términos estrictos. En este libro, se relata la historia de Drew Anderson, cuñado de James Malory; razón por la cual conoce a la familia. Y gabby...es un personaje totalmente nuevo que no había aparecido con anterioridad.

No voy a decir mucho de la portada que no salte a simple vista y que no haya dicho con claridad en las reseñas anteriores a ésta y que versan sobre la misma colección. Es una portada horrenda. De las peores, cabría añadir. La imagen de los protagonistas...sin comentarios. En el fondo un castillo y él va vestido con capa cuando es capitán de un navío. Nada más lejos de la realidad; quien no va vestido así cuando capitanea un barco americano en el s. XIX y además es americano. La parte de abajo, imagino que hace referencia a las islas caribeñas, sitio de cobra algo de importancia en esta novela.


La relación entre los protagonistas no comienza de buen talante. Conforme avanza, mejora un poco; pero acaba siendo peor que al principio. Todo por culpa de Drew y su gran boca.  Como represalia, Gabby ve la oportunidad perfecta de vengarse de él. Según ella, el principal motivo de Drew es su odio hacia los piratas, así que ella le dará la razón convirtiéndose y actuando como uno. Su misión es la de volverlo loco de deseo y asegurarse después de dejarle saber que jamás será suya. El problema es que el deseo es un arma de doble filo y será difícil descubrir quien es el cautivo de quien. El título "cautivo de mis deseos" es un precioso nombre para un magnífico libro.

Gabrielle Brooks es una muchacha de 21 años delgada, de baja estatura y muy hermosa. Su cabello es negro y sus ojos de un azul bastante claro. Su piel está bronceada, debido a que ha pasado los últimos tres años viviendo en el Caribe, donde se encuentra su padre. Como podremos descubrir a lo largo del libro, Gabby es un personaje aventurera e independiente; es ingeniosa, orgullosa y tenaz; además, tiene conocimientos de navegación y ama el mar, factor muy importante teniendo en cuenta que el protagonista masculino, Drew Anderson es un atractivo capitán americano.  Este hombre no es solo guapo, alto o  musculoso, es también encantador y sensual, un seductor empedernido y un libertino irredomable que nos deleita con su cabello castaño dorado, con esos ojos oscuros, tan oscuros que quien los ve cree que son negros y con esa sonrisa deslumbrante. Georgina se refiere a él como un hombre que tiene una mujer esperando en cada puerto.

Gabrielle, tras la muerte de su madre, con apenas 18 años, decide embarcarse en la búsqueda de Nathan Brooks, un capitán de un barco mercante al que apenas conoce y con el que casi no ha convivido durante su vida. La razón principal de ello es que hasta los veintiún años no puede hacerse con el patrimonio heredado de su madre, además de, al ser menor, tener que dejarla al cuidado de un tutor que resulta ser un donjuán al que Gabrielle no tiene en alta estima.  Durante su búsqueda, el barco en el que viaja es atacado por piratas y acaba, junto con el resto de la tripulación, siendo una prisionera.

Considerándola un buen botín, por la que su familia pagará un buen rescate, la llevan a una de sus bases secretas, donde se reúnen cinco embarcaciones. Tal es su sorpresa cuando descubre que uno de esos cinco capitanes pirata es su padre. Así, pasará tres años hasta que su padre la obligue a volver a Inglaterra para encontrar marido. Drew, como bien sabemos si hemos leído la séptima entrega de la saga Malory, está de visita en la casa de su hermana Georgina y de su marido, James Malory. Y Gabrielle, por azares de la buena suerte, se encuentra con él cuando su padre la manda a la casa de este Malory en particular para su presentación en la sociedad londinense.


Este libro comienza poco antes de que termine "Mi adorable bribona"; por lo que no recomiendo leerlo, especialmente, si no se ha leído el anterior que, recuerdo, tenía como protagonista a Jeremy Malory y en el cual, podemos ver cierta participación secundaria de Drew Anderson. Jeremy y Drew, ambos libertinos encantadores, se llevan bastante bien a pesar de las circunstancias especiales que los unen como familia política.

No hace falta añadir la importancia que cobran el matrimonio de James y Georgina Malory, no solo por su papel en este libro, sino también porque se nos hace imposible compararlo, aunque sea mínimamente, con éste. Los dos tratan temas bastantes parecidos, mar y piratas, combinándolos con grandes dosis de aventura y acción que, ya nos deja entrever desde el primer capítulo y nos hacen estar pendientes de la lectura y de los acontecimientos futuros, sobre todo, en esas ocasiones en las que sabes que algo va a ocurrir o alguien va a aparecer porque te han puesto sobreaviso, pero no sabes cuando. También es verdad que la sinopsis del libro desvela más parte de la trama de lo que un resumen normal debería hacer. Y eso es un punto negativo cuando comienzas a leer el libro, ya que le quita imprevisibilidad, que no calidad. Por lo menos, esa es mi opinión.

Siguiendo con mi pequeña comparativa, un dato que dista del tercer libro de la saga, es la relación entre los protagonistas de estos. Quizás, aquí no se refleja tan bien ni de forma tan idónea la relación de amor-odio de Drew y Gabby, mucho menos comparándola con la de James y Georgina al principio. Aun así, me ha gustado mucho. Su relación, más que de amor-odio, está más bien dirigida a una sobre orgullo y poder. Y debo decir que son expertos a la hora de volver loco de pasión al otro. Personalmente, a mi me han gustado mucho, tanto su forma de ser como de actuar y me han deleitado con cada una de sus escenas y maquinaciones porque sí, desde ya os digo, que no son un par de angelitos. A pesar de todo y como seguramente muchos os podréis dar cuenta, tanta pasión y enredos, genera un situación amorosa, tema sentimientos, algo superflua y que se soluciona o menciona muy transcendentalmente y al final.  Bueno, no todo puede ser perfecto, pero si perfectamente imperfecto que es el sabor tan dulce que me ha dejado esta novela.

Tan solo mencionar otro personaje secundario: Richard, el mejor amigo de Gabby, el cual se enamora perdidamente de Georgina aún a costa de su vida (James lo amenaza de muerte en varias ocasiones). Es un personaje carismático, atractivo y caballeroso; pero su mención, principalmente se debe a que éste será el protagonista de "enemigos perfectos", el décimo libro de esta saga. Sinceramente, por mucho que me pueda gustar este personaje, aún intento hacerme a la idea de la cabida que este libro tiene o pueda tener dentro de la saga Malory. Ello, por supuesto, sin desmerecer su calidad o importancia como libro individual.

- Lo que más me ha gustado: las aventuras.
- Lo que menos me ha gustado: el tema de los sentimientos queda en segundo plano.

EN SUMA                                                         

"Cautivo de mis deseos" es el octavo libro de la saga Malory. En tercera persona, tiempo pasado y desarrollada a los largo de 52 capítulos, Johanna Lindsey nos narra una historia con un  lenguaje sencillo, claro, a la multitud de personajes bien definidos, a los innumerables dialógos y a los párrafos que agilizan la lectura.

En este libro, se relata la historia de Drew Anderson, cuñado de James Malory; razón por la cual conoce a la familia. Y gabby...es un personaje totalmente nuevo que no había aparecido con anterioridad.Además, el mismo comienza poco antes de que termine "Mi adorable bribona"; por lo que no recomiendo leerlo, especialmente, si no se ha leído el anterior que, recuerdo, tenía como protagonista a Jeremy Malory.

No hace falta añadir la importancia que cobran el matrimonio de James y Georgina Malory, no solo por su papel en este libro, sino también porque se nos hace imposible compararlo, aunque sea mínimamente, con éste. Los dos tratan temas bastantes parecidos, mar y piratas, combinándolos con grandes dosis de aventura y acción. Quizás, no se refleja tan bien ni de forma tan idónea la relación de amor-odio de Drew y Gabby. Su relación, más que de amor-odio, está más bien dirigida a una sobre orgullo y poder. Y debo decir que son expertos a la hora de volver loco de pasión al otro. Tanta pasión y enredos, genera un situación amorosa, tema sentimientos, algo superflua y que se soluciona o menciona muy transcendentalmente y al final.  Bueno, no todo puede ser perfecto, pero si perfectamente imperfecto que es el sabor tan dulce que me ha dejado esta novela.

"- Duerme aquí, estarás más cómoda - le dijo Drew tras darle un beso en la frente antes de abandonar la cama-. Yo me libraré de la tormenta por ti. Ya medio dormida, escuchó lo que decía y sonrió ante el delicioso comentario. Conque se enfrentaría a la tormenta por ella, ¿no? Qué hombre más tonto y más dulce."

"- Sé que lo seré.- ¿Y cómo lo sabe, gabrielle?- Porque si el hombre que amo me ama también, no habrá nada que pueda interponerse en nuestra felicidad."