A estas alturas, quién no conoce el fenómeno de la trilogía de 50 sombras de Grey, ¿verdad? No sé si muchos os habréis preguntado el porqué de las portadas o simplemente lo relacionáis con el tema del que trata, sin muchos más miramientos. 

La corbata que se nos muestra en la portada del primer libro de esta trilogía erótica no está solo de adorno. Este es un elemento que está presente en varias escenas del libro y en otras tantas de forma más significativa o simbólica. Es una corbata de seda gris que caracteriza los encuentros subiditos de tono entre Christian y Anastasia.  En cuanto al segundo aspecto, me refiero principalmente a que este elemento, no solamente une a esta pareja en un principio, sino que es  el que los encadena en un torbellino de emociones y sentimientos encontrados. 

A pesar de su gran significado, debo admitir que la portada no destaca y la verdad sea dicha me parece horrible. No es que sea simple, porque hay otras portadas sencillas que me encantan, si no que no hay nada que me atraiga de ella o que destaque. Incluso los colores, apagados, claman a gritos su aburrimiento. Ello sin añadir la explotación que las editoriales le han dado a esta portada (aquí podéis ver de lo que os hablo) y que ha hecho que consigamos aborrecer este dibujo (al menos por mi parte, claro está).

En cuanto al título, Anastasia llama así a Grey, a Christian Grey, su "cincuenta sombras". Su nombre se  debe a todos los secretos que le oculta. Anastasia es una muchacha normal que se encuentra a su príncipe azul. Poco después descubre la armadura de ese caballero no es tan brillante y que esconde es un pasado oculto que lo ha convertido en lo que es hoy y que le impide amarla como ella quiere. La verdad es que creo que éste es el punto fuerte del libro y que, como es lógico, debe ser el que le dé nombre a esta historia. No puedo decir mucho más sin desvelar parte de la trama (la única que hay a decir verdad).